«Seguro que muchos de vosotros os disteis cuenta de que compartimos nuestras buenas noticias en el momento álgido de la pandemia.
Hemos oído esta pregunta muchas veces: ¿por qué habéis decidido sacar adelante este proyecto en tiempos tan convulsos?
Como tantas otras empresas, hemos tenido que adaptarnos rápidamente a la nueva realidad. Cerramos nuestras oficinas y empezamos a trabajar desde casa apenas seis semanas antes de un lanzamiento muy importante para nosotros.
Tuvimos que ponernos las pilas, y salvo por algún contratiempo, nos pusimos en marcha en seguida y conseguimos cumplir con nuestros estándares.
Nos parecía que, dado que la tecnología estaba adquiriendo un nuevo protagonismo en esta crisis, era más importante que nunca seguir desarrollando y mejorando nuestro producto. El navegador es una parte esencial del día a día, tanto en el ámbito personal como laboral, y por ello decidimos seguir adelante.
Le dimos muchas vueltas al timing. ¿Era buena idea sacar este lanzamiento en una época tan complicada? Nos preguntamos incluso si deberíamos posponerlo.
Pero los productos estaban listos, tanto Vivaldi 3.0 como Vivaldi Android. Sabíamos que mucha gente lo estaba esperando, y que Vivaldi tenía un papel importante en estos meses de trabajo desde casa, de aprender, de (re)conectar.
Así que nos lanzamos a la piscina y decidimos ser parte de las buenas noticias.
Cada vez más noticias positivas
Como todos, estoy siguiendo las noticias de la pandemia por todo el mundo.
Por razones personales, estoy siguiendo de manera particular el desarrollo de los eventos en Islandia y Noruega, además de EEUU.
Islandia, en particular, ha hecho cosas muy interesantes. Para empezar, su página web de información sobre el coronavirus estaba muy bien diseñada. He visto varias páginas web de información a los ciudadanos que en vez de ayudar, aportaban más confusión, pero la islandesa era muy sencilla de entender y daba una imagen general muy clara.
Lo más destacado de la gestión islandesa han sido los tests. No sólo se han hecho pruebas, sino que se ha analizado cada uno de los casos para comparar las mutaciones del virus, lo cual permite a los médicos conocer el origen del contagio, entre otros aspectos.
En Islandia se empezaron a hacer tests muy temprano, y se siguieron haciendo durante todo un mes antes de que se detectara el primer caso. Todo el mundo que ha querido hacerse la prueba ha podido hacerlo, no sólo aquellos que presenten síntomas. Lo cual se traduce en información precisa sobre el total de gente contagiada.
Islandia también decidió mantener una relativa normalidad respecto a la apertura de negocios y centros educativos. No cerraron los colegios ni las guarderías. Los restaurantes también se mantuvieron abiertos, con limitaciones estrictas. Cada vez que se registraba un nuevo contagio, se investigaba a todas las personas cercanas y muchas de ellas tenían que ponerse en cuarentena.
¡Y ahora, por fin, llegan buenas noticias de Islandia!
A finales de abril se registró el primer día sin casos nuevos, y por suerte, ya no queda ningún paciente en la UCI. Pero aún se llevan a cabo miles de tests cada día.
Con el tremendo impacto que ha tenido (y sigue teniendo) el coronavirus en tantos sitios del mundo, es bueno ver que algunos países consiguen contenerlo.
¿Y ahora qué?
Tanto en Islandia como en Noruega se empieza a ver la luz al final del túnel, y poco a poco se van relajando las restricciones. El lunes abrirán las oficinas de Reykjavik y Oslo por primera vez en dos meses, para que aquellos que lo deseen puedan ir a trabajar a la oficina.
Esta semana nuestro compañero Ruarí ha estado dando vueltas por Oslo en su nuevo biciclo, visitando a muchos de los miembros del equipo de Vivaldi. Es nuestro portador de buenas noticias. Esperamos que muy pronto vayan llegando buenas noticias para todos, nos leáis desde donde nos leáis.
¡El mundo necesita más noticias positivas!»