Desde 2014, gracias a las leyes de protección de datos de la UE, los usuarios pueden solicitar a empresas como Google que borren su información personal: números de teléfono, fechas de nacimiento, direcciones de email…
La página web Evening Standard ha calculado recientemente que nuestra información personal está, en promedio, en manos de unas 350 empresas. Hablamos de datos tales como el nombre, fecha de nacimiento, finanzas, e información de las redes sociales.
Para que quede claro, no nos referimos a rastreadores que te sigan por la web sin que lo sepas, sino a empresas a las que les has dado acceso a tu información de forma voluntaria.
Google recopila una cantidad increíble de información, eso ya lo sabemos todos. Si has iniciado sesión en algún servicio de Google, todo queda registrado: los términos que busques en internet, lo que veas en Youtube, tu ubicación (incluso aunque no abras Google Maps).
Además de Google, hay muchas otras empresas que tienen acceso a tu información personal. Y más de una te sorprendería: es posible que esa empresa cuyos servicios utilizaste sólo una vez, hace mucho tiempo, aún conserve tus datos personales.
Cómo tomar el control y borrar tu información personal
Si te paras a pensar en la información personal que las empresas tienen sobre ti, puede que te resulte un poco inquietante. Por suerte, hay una serie de medidas que puedes adoptar. Aquí van cinco consejos:
✔️Utiliza un gestor de contraseñas para controlar tus cuentas de usuario y tener las contraseñas a buen recaudo.
✔️Comprueba Google, Facebook y Twitter para saber en qué aplicaciones y páginas has iniciado sesión a través de dichas plataformas. Piensa si quieres que estas apps y páginas web sigan teniendo acceso a tus datos.
✔️ Evita utilizar servicios de suscripción que ofrezcan automatizar tus solicitudes para ser “olvidado”. Antes de confiar en dichos servicios, asegúrate de saber cómo funcionan y qué acceso les estás cediendo.
✔️ Crea una plantilla de email para solicitar a los servicios que borren tus datos. Puedes servirte de este formulario de la AEPD, o echar un vistazo a este ejemplo de carta para ejercer tu derecho de supresión (en inglés). Como alternativa, siempre puedes iniciar sesión en dichos servicios y seleccionar la opción de “eliminar la cuenta” tú mismo.
✔️ Si fuera necesario, ejerce tu “derecho al olvido” con Google. Para sorpresa de nadie, Google ha recibido ya más de 900.000 solicitudes para eliminar contenido y 3.500.000 peticiones para eliminar URLs.
Servicios automatizados y tu privacidad
Algunos servicios como DeleteMe, Mine o deseat.me pueden eliminar por ti algunos de tus datos personales, como tu nombre, dirección postal (tanto actual como anterior), fecha de nacimiento, o alias.
Antes de confiar en ellos, asegúrate de entender cómo funcionan.
Mine averigua qué empresas tienen tus datos accediendo al buzón de entrada de tu correo electrónico. Sus algoritmos se nutren de los asuntos de los correos electrónicos. Por ejemplo, si encuentran un email que diga “Bienvenido a Airbnb”, la inteligencia artificial deducirá que has abierto una cuenta con ellos. Siguiendo con el ejemplo de Airbnb, a partir de entonces, Mine sabrá que les has dado tu nombre y apellidos, fecha de nacimiento, y una copia de tu pasaporte.
Si utilizas Deseat.me, también tendrás que darle acceso a tu correo electrónico, y permitirle que envíe emails en tu nombre. Siempre puedes cambiar estos permisos en otro momento, por supuesto.
En 2017 se descubrió que un servicio parecido estaba involucrado en la venta de datos a terceros, en vez de haber cancelado las suscripciones de los usuarios.
Es importante que leas las políticas de privacidad del servicio que estés pensando en utilizar, y que busques si tienen trampa. Por ejemplo, deseat.me utiliza Google Analytics, un servicio de Google que rastrea al usuario final.
Por último, pero no por ello menos importante, ten en cuenta que cuando es un servicio automático el que solicita la cancelación de una cuenta, algunas empresas (como Vivaldi) necesitarán una confirmación antes de proceder. No sólo porque sea fácil cometer algún error, sino porque estas solicitudes automáticas podría llevarlas a cabo cualquiera que tuviera acceso a una cuenta de email.
Hay que decidir en quién confiar…¡y más vale prevenir que curar!