La imprevista llegada del Coronavirus me ha hecho pensar en la historia de la gripe española.
Aunque las cifras no están del todo claras, la pandemia de la gripe que arrasó el mundo hace 100 años infectó a unas 500 millones de personas y fue la causa de fallecimiento de entre 20 y 50 millones de personas. En aquel momento, 500 millones de personas suponían más de un cuarto de la población mundial, lo cual convierte a la gripe española en una de las pandemias más mortales de la historia de la humanidad.
En los tiempos en que la gripe se propagaba por todo el mundo, mi bisabuelo tuvo un importante rol en Islandia.
En 1918 la población de Islandia era aún menor que hoy en día: 91.633 personas. El 40% vivía en núcleos urbanos y el 60% en áreas rurales. La temida gripe española visitó Islandia brevemente en julio de 1918 con pocas consecuencias, pero volvió con más fuerza el 19 y 20 de octubre, en dos barcos que venían desde Copenhague y Nueva York.
En una semana se infectó un tercio de la población de Reykjavík, donde vivían 15.079 personas por aquel entonces. La semana siguiente, dos tercios de la población estaba infectada. En seis semanas, la gripe causó la muerte de casi 500 personas en Islandia, la mitad de ellos habitantes de la capital.
Mi bisabuelo, Sigvaldi Kaldalóns, trabajaba como médico en la región noroeste del país, en las áreas de Ögurhreppur, Reykjafjarðarhreppur, Nauteyrarhreppur, and Snæfjallahreppur. La población de esta zona era de unas 850 personas en aquella época. Conforme la gripe comenzó a propagarse en Reykjavik y otras partes del país, incluyendo la región colindante de Ísafjörður, él decidió poner el área en cuarentena.
Debido a su decisión, la fiebre española no dejó ninguna víctima mortal en su región, a diferencia de Reykjavik, donde la enfermedad se había cobrado ya la vida del 2.6% de los infectados. Medidas similares adoptadas en las regiones norte y este de Islandia tuvieron también resultados positivos.
Un siglo más tarde
Ahora estamos luchando contra el Coronavirus. Y habiendo aprendido de las epidemias anteriores, esperamos que el impacto no sea tan grande como el de la gripe española.
En 1918 la reacción se hizo de esperar, pero hoy en día nuestra sociedad está tomándose las circunstancias mucho más en serio. Esperamos que las estrictas medidas que se están implementando estos días consigan frenar la expansión del virus pronto. Con la tecnología y la información contrastada de nuestra parte, podemos lidiar con ello de una manera mucho más eficaz.
En Vivaldi hemos decidido quedarnos en casa. Al tener trabajadores en varias localizaciones, estamos habituados a que algunos de ellos trabajen de forma remota. Pero ésta es la primera vez que vamos a trabajar desde casa todos a la vez, lo cual es un gran reto para nosotros. Estamos acostumbrados a vernos en la oficina, pero por suerte, el trabajo que hacemos puede desarrollarse de igual manera desde casa.
Vamos a seguir trabajando en el desarrollo del navegador y en ofrecer a nuestros usuarios consejos para organizarse mejor y navegar por internet libremente, especialmente en este momento, en el que estar conectado se ha vuelto más importante que nunca.
En estos tiempos difíciles, nuestra prioridad número uno es el bienestar de todos. Confiamos en nuestra capacidad de superar las dificultades si nos mantenemos unidos.
Ten cuidado, y si puedes, quédate en casa.